10 de maio de 2013

Harry Potter y el destino inexorable - capitulo décimo primero


CAPITULO Décimo primero
PROMETEME SECRETO



H
arry estaba más abatido que nunca. Las clases volvieron a empezar con la llegada de los estudiantes, tras el final de las vacaciones navideñas.
Si, se terminaba la navidad y ahora volvería asumir aquel comportamiento mecánico que le dejaba simplemente depresivo. Todo lo que quería era que Snape le aceptase.

Durante la primera semana no supo muy bien cómo actuar, decidió que era mejor no hablar en sus clases y esconderse al fondo detrás de Neville. Sentía que Snape le rechazaba y le ignoraba… se contenía. Todo lo que Harry deseaba era verle en la misma situación que él: frustrado, triste y echando de menos un simple beso de la boca amada.

En las semanas siguientes la cosa cambió… Severus le devoraba con la mirada en clase o en los pasillos pero igualmente siempre que Harry intentaba acercarse Snape se negaba. Estaba a punto de volverse loco…

Nada era más humillante que arrastrarse tras el manto negro del Slytherin implorando que le follase.

Por las noches volvió a no poder dormir, las mañanas eran agitadas y no le apetecía ver a nadie.

Suspiró sentado en las escaleras de la torre de astronomía. Se acercaba una tarde más de Oclumancia, pero antes tendría que encontrase con sus compañeros cerca de la cabaña de Hangrid para una clase más de Criaturas Mágicas.

Al llegar el sol que bajaba lentamente de su apogeo le encandiló la vista. Cerró los ojos guiándose a tropezones entre los compañeros sentados en largos troncos de árboles.

Malfoy soltó una carcajada tan alta y ridícula como el graznar de un pato.

-Bueno ahora que ha llegado Harry podremos empezar la clase.- Dijo el grandullón sentado en un asiento de madera vieja de espaldas hacía su casa de piedra. – Hoy hablaremos de algunas definiciones simples, porque no puede ser siempre aula practica…. – sonrió nerviosillo antes de rascarse el pelo voluminoso.

-¿Entonces esto es materia para el examen Hangrid?- preguntó Hermione con la mano en alto.

-Sí, así que apuntad bien lo que voy a decir…- Los alumnos cogieron sus plumas y pergaminos.- Hablaremos un poco de la historia de cómo se designaron monstruos los seres que hoy día son así considerados… ¿Quién me da un ejemplo de monstruo?
-Las Hadas, los Gnomos y los Duendes…

-Muy bien Hermione, ¿y por qué son considerador monstruos en lugar de seres?

-Pues en 1811, Grogan Stump, entonces ministro de la magia puso fin a todos los incidentes que se producían en cada encuentro de la asamblea, decretando que los seres son solo aquellos con suficiente inteligencia como para comprender las leyes de la comunidad mágica y asumir responsabilidades. Stump creó entonces tres divisiones para el departamento de regulación y controle de las criaturas mágicas que son: monstruos, seres y espíritus.

-Muy bien, Hermione!- dijo Hangrid una vez más.

-Esto, lo podéis leer en una historia de la magia por Bathidla Bagshot o en monstruos fantásticos y donde hallarlos de Newt Scamander. – murmuró la chica sobre el hombro mirando a Harry y Ron de reojo.

-Piérdete Hermione…- pidió Ron. Tenía un terrible mal humor. La Gryffindor se encogió de hombros y volvió a tomar atención a clase ignorándoles por completo.

-Estoy jodido, Harry…

-¿He? ¿Y eso?

-Pues eso, me jode que me siga ignorando!

-¿Hermione?- el pelirrojo giró la mirada y apoyó la cabeza perezosamente sobre el codo.- Pero si te acaba de hablar y le has dicho que se pierda!

-No hablo de eso…- bajó más el tono de voz-…. hablo de…. de…  de que me ignora y solo ama a ese puto anillo, debería meterle una maldición!

-¿Tienes celos de ella o del anillo? Te refieres al amor, ¿no?

-Sí…

-Ah… pues en lo que respeta ese asunto, creo que no sabe que existes…

-Qué graciosillo te pones a veces….deberías  pedirle a Madam Pomfrey que también te de algo para la gracia… que no me haces ninguna!

Harry exhaló con impaciencia.

-¿Pero tu te has visto como la contestas?? No tengo ni idea sobre lo que puedas hacer Ron, pero de paso podrías ser más amable, no se… Regálale algo… impresiónala.

-Regálale algo, dice este….- se burló mientras se dedicaba a estrujar algunas hojas de pergamino bajo sus zapatos viejos y agrietados.- Oye, y al final, ¿qué es lo que te pasa?

-Nada…

-Shiii… ¿es que no pensáis callaros? Tomad un poco de atención, es Hangrid!- protestó Hermione volviéndose una vez más.

-¿Eso significa que sigues con las pesadillas?- Alcanzó Harry a oír la voz de Ron en un susurro al tiempo que escondía su cabeza detrás del manual.

-¿Eso significa que al fin admites que quieres a Hermione?- Ron pasó olímpicamente de la pregunta y por fin de decidió a tomar atención a la clase.

Esa noche, entró una vez más en los tan conocidos aposentos de paredes de piedra y cortinas verdes Slyterin. Esta vez la voz de Snape le invitó a pasar.

-Buenas noches, profesor Snape.

-Potter…- dijo en forma de saludo, un muy diplomático saludo. – Supongo que ya estés un poco olvidado de la materia… ¿me equivoco?

Snape se levantó de su silla detrás del escritorio dónde los pergaminos y las plumas lo desordenaban todo.

-No, señor….- contestó cabizbajo.

-Bien, entonces empezaremos de nuevo, todo de nuevo. ¿Puede al menos controlar lo que siente?

-No por usted, señor.- Volvió a contestar, esta vez sin miedo a lo que esa respuesta conllevaría. Snape le enseñó una sonrisa torcida y dijo:

-Bonito el coraje y el valor Gryffindor… ¿Está preparado?- Cuestionó a un Harry de ceño fruncido y enfadado por la replica.

-Sí, señor.

-Sabes Potter, ¿cual fue la cosa que más me gustó?

-No señor….

Me gustó ver como tus labios se cerraban sobre mi polla dura y caliente…. Me gustó ver como vibrabas al toque de mis dedos entre tu carne suave y apretada… me gustó ver tu mirada de deseo y suplica….” Dejó que sus pensamientos fluyesen hacía la mente de Harry. Si, quería que lo supiese… y reaccionó tal y como esperaba. Su rostro se hinchó de vergüenza y lamió los labios secos como respuesta.

-¿Porqué no me dice eso a la cara? ¿No tiene coraje de admitir que le gusto?

-Bueno, como siempre lo comprendió todo al revés… yo no le quiero. Usted vino a mí y se ofreció como la puta Squib mas barata del callejón Diagon… yo solo acepté… No es todos los días que una celebridad de tira sobre mis brazos y me pide que la folle desesperadamente….- el corazón de Harry se contrajo de frustración, de humillación.

-No hables de ello como si fuese algo sucio! – gritó.

-No me levante la voz. Cinco puntos menos para Gryffindor!- Harry no procuró esconder su dolor.

-He venido para estudiar Oclumancia, no me apetece discutir este tema otra vez.

Snape abrió uno de los libros que tenia bajo las manos y lo colocó sobre la mesa.

-Me gusta su espíritu trabajador. Es bueno saber que se ha dado cuenta de su limitada capacidad de dominar este arte.- Observó al chico durante unos minutos mientras fingía buscar algo en las paginas del grueso libro. Sintió como si estuviese saltando de un avión sin para-caídas. Casi le pareció que aquella clase no era más que un pretexto para que estuviesen a solas otra vez. Podría decirle lo que quisiese a Harry pero no sabía hasta cuando podría seguir mintiéndose a si mismo, y decir que no quería besarlo ahora, era una mentira.

La forma como se esforzaba por aparentar que las palabras de Severus no le molestaban hizo el mayor derretirse de placer, Harry era un terrible actor.

No podía decir que el chico no estaba haciendo un buen trabajo intentando mantener la serenidad ante todas las otras preguntas que se siguieron. Con dedos hábiles aflojó el nudo de la corbata roja y amarilla y se apartó los mechones de pelo de su frente, exponiendo en toda su grandeza el símbolo de su fama.

Snape sintió ganas de besar su frente y mordisquear aquel cuello expuesto. Harry se sonrojó de forma súbita y sin previo aviso se levantó de su silla empujando al suelo todo lo que había sobre la mesa.

El hombre no tuvo tiempo de reaccionar, tan solo abrió la boca para protestar pero las palabras murieron en su garganta. Harry no perdió ni más un segundo, se subió a la mesa y separó las piernas de frente para su profesor. Profesor… en el arte de la seducción el alumno ya había superado al maestro hacía mucho tiempo.

No era a la loca que se estaba tomando tantas libertades y actuando de una forma irracional. Snape le deseaba, lo había sentido en sus pensamientos cuando por una fracción de segundo el muro que siempre rodea el interior del hombre, se derribó. Sí, solo había sido un segundo, pero en el pudo ver todo el deseo, toda la pasión desbocada que tanto se esforzaba por frenar.

Harry decidió que le cortaría los frenos, quería verle volver a pecar…

Cruzando los pies al mismo tiempo que desabrochaba la camisa, se sacó los zapatos. Los dedos bajaron por todos los botones hasta llegar al pantalón que igualmente y sin ceremonias desabrochó. Primero el cinturón, después la bragueta.

Snape sonrió perversamente como si a cualquier momento fuese a lanzar alguna más de sus humillaciones, pero su interior estremecía de anticipación.

Se inclinó un poco hacía atrás y con ambas manos alcanzó a bajar los pantalones junto con los calzoncillos blancos exponiendo su miembro que saltó erecto de la prisión. Lanzó los pantalones para lejos del escritorio con una patada y abrió las piernas exponiéndose totalmente y sin la más mínima vergüenza.

Sintió el temblor de Snape cuando posó su pié sobre su hombro.

Su esfuerzo era titánico para no lanzarse sobre Harry, cuyos labios abiertos dejaban ver la lengua pequeña y dulce lamiendo los dedos. Los arrastró por el cuello dejando un rastro de saliva que bajaba por su tórax arqueado y su vientre hasta llegar a los oscuros pelos que adornaban su erecto monumento al placer.

Respiró varias veces exhalando por la boca seca. No podía dejar de notar el efecto que el olor dulce almizclero del chico ejercía sobre su autocontrol.

Los dedos bajaron un poco más y Severus los vio acariciar su entrada rozada y arrugadita.

Oh… sí… su miembro pulsó más fuerte estrujado entre sus piernas cerradas y apretadas. Aquello era un error… un delicioso error….

Harry metió un dedo en su interior y lanzó un gutural gemido, sin nunca cerrar ni dejar de mirarle con sus sensuales ojos verdes.

Tras mover el dedo unos instantes lo retiró con lentitud y sonrió completamente sonrojado. Su mano palpó algunos de los objetos que aún permanecían sobre la mesa y encontró algo largo y duro… perfecto, la varita de Snape.

Con un gesto brusco retiró su pié del hombro de su maestro y abrió más las piernas. La varita era perfecta…

No me digas que va a…. ohhh…” pensó metiendo la mano entre sus ropas para libertar un poco la presión que le volvía loco. 

Si… Harry lamió la varita y sin más tardanzas se penetró con ella. Ambos temblaron por la intensidad de la escena.

-Potter…

- Hmmmm… Harry…. Oh…. Házmelo Severus, follame…. – murmura el chico haciendo exigencias sin una gota de vergüenza.

Quiere… me quiere…. Es lo que repite sin parar en suaves susurros con el cuerpo moviéndose al mismo ritmo de las palabras.”

No necesitó una segunda invitación. Su silla y sus pantalones cayeron al suelo con el repente de sus movimientos. Besó los carnosos labios de su alumno que le inducían al pecado. Movió la lengua y chupó la de Harry hacía su misma boca distinguiendo el sabor que tanto conocía… sus besos eran prohibidos, eran la condenación de la cicuta…

¿Qué estaba haciendo?

Quebrantando las normas, retirando su varita del apretado agujero y preparando su polla con aspereza. Su interior se inflamaba y las manos del Gryffindor le prendían más contra su cuerpo.

Proyectó las caderas del joven hacía sus propias caderas y sin más, su reluciente miembro empezó a clavársele. En ese momento Harry no podía ni deletrear “Oclumancia”, pero la clase era la mejor que jamás hubiese tenido.

Sollozó, Snape se clavara en él con una voracidad sobre-humana  y eso le sobreexcitaba. Era perfecto, duro… sus manos separándole las piernas, sus labios que nunca dejaban de besarle la boca, el cuello, lamerle las orejas…. Sí, le había echado de menos!

El chico sonrió interiormente cuando llevó un dedo a su entrada y sintió el enorme tallo metido hasta el final.  Lo sentía pulsar en su interior….

-Oh, eres tan estrecho… mmm- primero vino un vacío insoportable que rápidamente fue reemplazado por una ola de placer cuando Snape volvió a embestir. Harry era el paraíso. Le imprimió un ritmo fuerte y vio el rostro de Harry sonrojarse y su cuerpo cubrirse de sudor. Se maravilló una vez más de cómo era guapo y perfecto.

Una oscuridad nublosa se insinuó en los ojos de Snape y el los cerró, sin querer rendirse tan pronto, justo cuando Harry comenzaba a temblar con el esfuerzo por contenerse, justo cuando los gruñidos y jadeos de dolor se comenzaban a convertir en profundos sinceros gemidos de placer.

La sensación perfecta duró un instante que pareció prolongarse indefinidamente. Entonces, le penetró con más fuerza, estrujando a Potter contra la mesa y se corrió. Sintió como si ese fuese el único placer de su vida.

-No te muevas…- dijo el chico sujetando con una mano su pene y empezando a bombearlo al acaso. Snape sonrió… James se revolvería en su tumba si viese lo mucho que a su hijo le gustaba dar….

Los movimientos en el brazo de Harry aumentaron y el chico gozó con tal intensidad que Severus pudo sentir los espasmos en su flácido miembro.

Se retiró con lentitud antes que la proximidad y la calidez del interior del muchacho le devolviese las ganas de empezar de nuevo…  Una mano pegajosa de semen le sujetó por un brazo impidiéndole de romper el contacto por definitivo, unos labios rubros volvieron a reclamar los suyos.

-Lo siento…

-¿Por qué?

-Lo deje todo perdido….- sobre la mesa se acumulaban manchas de semen y sudor que resbalaban de sus cuerpos y de sus manos fijas en la madera pulida pero empañada.

-Harry…- murmuró la voz ronca del mayor apoyando su frente contra la del chico, ojos en los ojos.- Tienes que dejar de buscarme….

Harry irguió la cabeza para decir algo pero sus labios abiertos fueron silenciados por dos dedos muy suaves…

-No se que es lo que yo puedo hacer para dejar de desearte…. Seguramente que dejes de buscarme bastará para que nos alejemos…- Harry agradeció la franqueza. Nada de ilusiones, nada de fingimientos. No quería pensar en las consecuencias, nunca pensaba en eso, y al parecer Snape no podía pensar en otra cosa.

El joven seguía con los ojos fijos en los suyos. Fijos y aún más nublados de deseo.
Severus cerró los ojos y sumergió su nariz en los cabellos de Harry mordiéndole el lóbulo de la oreja con infinita ternura.

Cuando irguió la cabeza vio la sonrisa de Harry y lo besó de nuevo.

-Te eché de menos…- Severus sonríe y el chico añade:- ¿No me crees?

-Ni por un instante… deberías marcharte…

El corazón de Harry casi se detuvo por la ruda separación. Snape se subió los pantalones y los cerró, dejando a Harry solo. Se sintió ridículo y expuesto, sentado sobre el escritorio cubierto de semen. Antes de marcharse se preguntó si había dicho algo malo…

*


La mañana parecía prometedora… pensó con sarcasmo Harry sentado en el muro de uno de los patios del castillo.

-Harry, te anduve buscando…- Dijo Ron a modo de saludo cubierto hasta la nariz – He oído a Malfoy hablar con esas momias que tiene como amigos, y les estaba contando que ya sabe lo que va a salir en el examen de Pociones….

-¿Te refieres a Crabb y a Goyle?

-Si. Dijo que Snape se lo había facilitado y que iba a facilitar a los Slytherins. – Harry levantó una ceja.

-No lo creo. Snape puede tener muchos defectos pero no haría algo así.

-¿Crees que lo dijo para meterme cizaña?

-Seguro, lo de “Sangre sucia” ya no cuela y lo de Potter apesta esta un poco pasado de moda ya….

-Tienes razón.- Suspiró y apartando los libros de Harry se sentó a su lado. - ¿Pasa algo?

-¿Por qué lo preguntas?- Seguía mirando a los otros jóvenes que conversaban y paseaban por el pateo, con la cabeza apoyada en la mano.

-Pareces abatido… Te pasas los días así, cerrado en ti mismo. Estas demasiado obcecado con algo… Es por Lord Vol…?- Se de bruzó para poder acercarse más al rostro de su amigo. Como si así pudiese acercarse también a sus problemas.

-No.- Ron frunció el ceño de preocupación.

-Harry, tu siempre me lo contaste todo, somos amigos… Quizás pueda ayudarte…- Harry fijó su mirada melancólica en los pies cubiertos de nieve y admitió por fin.

-Hay una cosa que nadie puede saber… pero que ya demasiada gente sabe…- pasó la mano por el cabello, nervioso - Esto es un infierno!

-¿A que te refieres?

-No puedes contárselo a nadie.

-Vale.

-Soy gay.- Bueno ya estaba, lo había dicho con el ímpetu de quien pide un café. Talvez Ron no le aceptase, quizás no quisiese seguir con la amistad… quizás sentiría asco y repulsa y se alejase de él. Eso tenía que tener aspectos positivos…. En aquel momento solo pensó que por lo menos no tendría a nadie atosigándole todo el rato.

-¿De verdad?- Ron estaba incrédulo- Yo creía que te gustaba Cho….

-Qué va… me gusta otra persona.

-Lo siento Harry, pero…. Yo soy hetero…- posó su mano sobre el hombro de su amigo.- Además te confieso que quiero a Hermione.

-¿Qué?

-Sí, lo admito. Lo nuestro nunca funcionaria, ya sabes… no creo que dejase que tu me…- se sonrojó.

-¿Estas tonto? Yo no estoy enamorado de ti.

-¿Ah no? Ah me sacas un peso de encima. – suspiró

-Esa persona a la que quiero, no esta segura de quererme igual.

-Jo… ¿Y quien es? ¿Le conozco?

-Si, le conoces muy bien… Ron, por favor, yo no espero que lo comprendas, solo que lo aceptes…- le dirigió una mirada suplicante.

- Anda, déjate de rollos, no puede ser tan mala persona sino no te enamorarías! A no ser… que sea alguien asqueroso como….

-…Lo es…

-¿Qué? No puede ser Snape!

-Lo es. – Repitió

-Dios mío, Merlín ayúdame!... Y dices que no está seguro  de lo que siente, ¿es que te has declarado?- No fue necesario una respuesta, Ron lo vio todo muy claro en los ojos verdes y enamorados de su amigo.- Uf, no me lo creo… ¿Y de donde sacaste los huevos para decirle al murciélago que estabas enamorado?

-Mmm… tuve huevos para más que eso...

-¿Qué me cuentass?? No quiero oír más, me van a sangrar los oídos! ¿Follaste con él?- preguntó en un tono muy bajito. Estaba atónito, no podía imaginar a Snape haciendo esa clase de cosas y menos aún haciéndoselas a su mejor amigo. Harry se sonrojó y miró al suelo antes de decir:

-Solo tres veces…

-¿Solo…? ¿Tres veces….? Estáis locos… eso es prohibido en Hogwarts! Podrían despedirle y a ti expulsarte… oye, podrían despedirle….- sonrió y harry le dirigió una mirada de reprobación. Apretó un poco más su capa contra su cuerpo, se sentía desprotegido y con frío. Ron por su lado se sentía con mucho calor. La noticia era en si una bomba.

-No se que más decirte Ron, solo espero que no se lo cuentes a nadie, eso incluye a Hermione.

-Tranquilo, no me gustaría presumir de que mi amigo Harry se tira al oleoso profesor de pociones… qué asco Harry…

-Uf, Severus es maravilloso! Me encantan sus manos, sus besos…

-Hablas como una tía.

-Jodete!

-Oye no te sulfures… ¿Y desde cuando estás así enamorado?- frotó sus manos contra su frente para alejar de su mente la asquerosa imagen de Snape follando a Harry contra la pizarra de la sala de pociones.

-Desde poco después del verano. Lo siento… quise contártelo pero siempre tuve miedo de que me odiases.

-Qué va. No te odiaría por esto. Además, me importa un rábano con quién te acuestes, Harry. Eso es algo que no me dice respeto… es demasiado intimo. Eres libre de hacer tus elecciones… pero con sinceridad, has elegido fatal, Snape es asqueroso. Uf no podré dormir los prójimos días solo de imaginármelo.- Y Harry no tuvo que hacer nada, solo abrir su mente para que los pensamientos de Ron fluyesen libremente hacía su cabeza. No le parecieron tan asquerosos… incluso podrían ser placenteros…

-Gracias Ron.- Sonrió, por momentos los trazos de infinita tristeza que siempre se veían en el rostro de Harry desaparecieron.

-Bueno y si habéis…. ¿por qué va mal la relación ultra secreta?

-Dumbledore lo ha descubierto.- dijo sin rodeos- Tenemos que dejar de vernos…

-Uf, nadie diría que sois amantes, lo disimuláis muy bien…

-¿Qué dices? Si nos peleamos todo el tiempo! Es un testarudo!

-Ah, ¿entonces las peleas no son teatro?

-Pues no.

-¿Entonces eso era lo que hacías en las clases extra de pociones? ¿Follar con él…?

-En algunas….- sonrió y se calló abruptamente. Un grupo de chicas paseaba demasiado cerca de ellos. Hermione y Pavarti venían solas hablando sobre algo que parecía afectar los sentimientos de Hermione.

-…?pero estás segura de que miraste en todos los bolsillos?- Decía Pavarti.

-Si, segurísima incluso miré en mi estuche de las plumas. No esta! Ha desaparecido!

-¿Crees que te lo han robado?

-No se, pero me daré cuenta si alguien lo usa, es muy raro, solo se hacen en Drumstrang- añadió apenada- me entristece mucho porque era especial…

-Vengaa, te ayudaré a buscarlo. Seguro que está por alguna parte… empezaremos por la torre.

-Vale.- Las chicas desaparecieron y Harry miró a Ron que parecía haber estado muy concentrado en lo que decían.

-¿Has visto que están desapareciendo cosas en Hogwarts?

-Eso es normal, el castillo es muy grande…

-Siempre desaparece algo de valor.

-Qué va, Severus me prestó un libro que no tenia ningún valor aparente y también despareció.

-¿El libro brillaba?

-Mmm… no pero tenía la tapa bordada con estaño.

-Ah, ¿lo ves? Seguro que algún elfo se está haciendo nido.

-¿Tú crees? Pero si nunca roban nada…

-Ya me pondré a investigar eso. Pero volviendo al tema, ¿qué piensas hacer?

-Pues lo que he hecho siempre, ignorar y saltarme las normas.- Ron abrió los ojos como platos.

-¿Vas a ignorar a Dumbledore?

-Si, durante toda mi vida lo han decidido todo por mí. Eso se acabó. Ahora yo decido lo que quiero y severus es lo que quiero.

-Pues si que estás muy seguro…

-Créeme nunca estuve tan seguro de nada.

5 comentários :

  1. Iba a entrar a dejarte un comentario del capítulo nueve que anoche me dejo tristona y me encuentro con el decimo!!! Que alegría me has dado.
    Me tienes en vilo con la relación de estos dos y con las cosas brillantes que desaparecen. Se me partió corazón cuando tras su encuentro, Snape despidió a Harry de ese modo.
    Sería mucho pedir más capitulos? jejeje Yo lo intento. Me tienes super enganchada!!
    Besos. Guada

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  2. ¡Me ha gustado mucho! Me encanta Ron, jajaja, esa escena cuando le cuenta que es gay y que su amado es Snape ha sido simplemente genial. Y también me encanta la determinación de Harry para conseguir sus propósitos, es inmune al desaliento y mira que Snape trata de desalentarle todo lo que puede, jajaja. Besoss.

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  3. Hola Saito, gracias por el capi
    buen fin de semana :D

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  4. Estos tira y afloja de Snape van a volver loco a Harry y a mi, menos mal que los buenos momentos lo compensan todo. Me encanta la determinación de Harry, tiene más paciencia que el Santo Job, y el pobre Ron está en medio con su problema con Hermione y ahora ésto, jaja.
    Gracias Saito, fantastico como siempre.
    Besos

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  5. Genial la descripción de la reacción de Ron, podía verle perfectamente la cara. Y Harry que no se rinde, esa escena con la varita.., como va a usarla ahora Snape?, jeje, supongo que se le irá la mente cada vez que la vea. Muy buen capítulo, muchas gracias.

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