Amor efecto secundario capitulo 5

 Capitulo 5

Heridas

 

-¿Dónde está House?- Cuddy pasaba sin llamar. Los tres médicos hablaban distraídos sobre algunos detalles de su noche del sábado.

-he… aún no ha llegado.

-¿A que horas viene? Su horario es de 9 a 5!

-Ya, pero creo que House necesita más tiempo para su vida personal…- Dijo Cameron ordenando los papeles que tenía delante.

-¿Qué vida personal?- Indagó Cuddy con una sonrisa pícara.- No creo que pague a una puta por más de una hora… en fin, tengo aquí una carta de intimidación para él. Ha ofendido a un paciente.

-Creía que a estas alturas ya tuvieses un abogado ocupándose de todos los problemas judiciales de House.

-Tenía a Stacy… En cuanto venga decidle que vaya a mi despacho. ¡Estoy completamente harta de que haga todo lo que le da la gana!- Cuddy se apoyó en la hombrera de la puerta- Algún día hará alguna estupidez que nos saldrá cara. Y no me refiero solo al hospital…

El reflejo de Wilson se acercaba viéndole a través del cristal. El medico caminaba leyendo unos papeles por el pasillo. Su ropa impecable contrastaba con su aspecto abatido y las ojeras de una noche mal dormida.

-Dr. Wilson, ¿ha visto a House escondido en alguna sala? – preguntó Cuddy en tono casual.

-No. Y será mejor que se esconda…- No detuvo sus pasos ni levantó la mirada de los documentos. Cuddy suspiró y miró a los tres atónitos médicos sentados en el despacho.

-Wilson siempre es tan educado…- Señaló Cameron.

-Le habrá hecho algo.- concordó Foreman levantándose para hacer un café.

-Estoy de acuerdo, conociéndoles habrá sido algo muy gordo. Wilson siempre le conciente todo…- terminó Chase.- Hazme un café también.

-Qué este de mal humor no significa que House le haya echo algo.- Cameron se cruzó los brazos.- ¡Le estáis juzgando como si fuese una mala persona! Solo es una persona que sufre…

-Antes de sufrir ya era mala persona…- cuchicheó Cuddy- No os olvidéis de avisarle.

Cuando el ruido de los tacones de la mujer se dejó de oír en el pasillo Foreman le tendió a Chase una taza de café.

-Una apuesta en como el mal humor de Wilson es por alguna mierda que House ha hecho…

-No, prefiero no apostar… si es así vendrá con un humor de perros.- Chase dio un sorbito en su bebida.

-Nada de humor de perros, ¡hace una mañana preciosa!- entró y colocó su chaqueta en el perchero.- ¿Pero de que iba la apuesta?

-Ya es casi tarde.- le informó Foreman mirando al reloj.

-¿No has visto a Cuddy? Acaba de salir de aquí…- Cameron se calló al ver la cara de burla que House ponía.

-En realidad tuve que esperar en el otro pasillo a que se fuese de aquí… ¿Bueno como va nuestra amiga?- Se dirigió a la pequeña cocina.

-¿Qué amiga?- preguntó Chase.

-Tss… ¡La de Cameron! Ahora seremos todos amigos.

-Creía que a ti no te gustaba hacer amigos.- Foreman se sentó y se recostó en la silla.

-Ya, es por eso que tengo horas extra de clínica. Cuddy quiere que sea…”más humano” – House siempre tenía ese don, ser sarcástico con humor. -¿Y bien?

-Oh, las pruebas revelan que, NO TIENE INFECIÒN…- dijo Cameron elevando bastante el tono.- El resultado de la punción lumbar indica que tiene un pequeño aumento de la Gama globulina.

-Lo que explica el Lupus…- Sonrió para Chase. El rubio resopló.

-Puede ser muchas otras cosas, tratamiento por esteroides,  infec…- Se calló cuando Cameron le lanzó una mirada mortífera.

-¡Tengo una idea!- Anunció House- ¡Menos cháchara y mas curro! ¿No hay mails por abrir? ¿Preguntas que hacer a la amiga? A ver si se ha puesto esteroides mientras yo estaba… - “follando con Wilson” pensó cogiendo el marcador negro. Al mismo tiempo los bips de los tres médicos sonaron.

***

-Trombosis… - Dijo Foreman entrando de nuevo en la sala. House miraba la tele sin darle mucha importancia.- ¿House?...

-¡Dios me jodiste la mejor parte! ¡Ahora era cuando le iba a decir que el hijo era de su mejor amigo! Menos mal que dejaste el negocio de los coches… que seria de este hospital sin ti.

-Le he puesto heparina 4ml gota a gota y he sacado el trombo.- Chase acababa de entrar llevando puesto aun el traje del quirófano.

-Hacedle una radiografía al pecho, sus sistemas se están jodiendo. Cuando confirméis el aumento del corazón ponedle cortisona. ¡Y quítate delante de la tele que no eres invisible, eres negro!

-Hay que trasladarla a un cuarto estéril. Los glóbulos blancos siguen bajando, los inmunosupresores se están cargando todo su sistema inmunitario, si se acatarra…

-…la palma…- terminó House con espontaneidad.- Hacedlo. Si algo cambia avisadme cuando esté en la clínica… así podré escaquearme un rato.

***

Cuddy estaba sentada en su despacho revisando todo el papeleo del hospital. Se pasaba mucho más tiempo con los papeles que con los pacientes pero no se recriminaba, el hospital estaba yendo muy bien… bueno, eso teniendo en cuenta los gastos de House.

-¿Podemos hablar?- Wilson asomaba la cabeza con timidez por la puerta medio abierta.

-Dr. Wilson, claro, pasa.

-Necesito que me firmes esto.- se sentó y le tendió los archivos.- he sabido que hemos recibido una generosa donación para un nuevo laboratorio de oncología.

-Si, espero tener el material aquí antes del fin de mes que viene. He estado intentando negociar precios y hacer acuerdos con los sueros que vamos a comprar con algunos laboratorios… tengo buenas perspectivas. También tengo que contratar más personal… ¿tienes alguna referencia de personas?

-No…- contestó rascándose la nuca como un niño.- Contrata a quien creas oportuno.

-Te dejaré que hagas las entrevistas, después de todo trabajaran para ti…

-House trabaja en el mismo hospital que yo, en el despacho al lado y es un cretino, podré sobrevivir a otros que contrates. – Dijo con voz ronca. –Oye, quiero pedirte perdón por lo de hace poco, fui un poco rudo…

-Ya… yo se lo mucho intentas seguir con vuestra amistad y lo difícil que es él. ¿Os habéis peleado, verdad?

-Verdad numero uno Wilson se peleó solo…- House pasaba sin llamar, por lo visto se había quedado allí escuchando toda la conversación.-… verdad numero dos, yo no soy un cretino pero me halaga que habléis aunque sea “mal” de mi. ¡Hablad de mi, aunque sea mal!, ¿qué importa? ¡Lo importante es que habléis!! Y verdad numero tres…-Ambos hicieron silencio esperando a que terminase la frase con escena.- mmm no hay verdad numero tres. ¿O si? Contrata a tías buenas... Wilson trabajará con más ganas. ¿A que si? ¿A ti te ponen las tías no?

Cuddy le miró de reojo y le cortó.

-Un paciente quiere demandarte.

-Oh, ¡hay que ver la cantidad de gente que se forra a mi costa!

-¡Exacto! El hospital no se va a responsabilizar por esta clase de ofensas que haces a los pacientes. ¡No más House!

El hombre pestañeó varias veces con un aspecto de lo más teatral antes de iniciar su argumentación:

-¿Ofender? Qué va, si yo no le ofendí…

-¡Le llamaste animal!!- Cuddy estaba apunto de perder la compostura.

-Eso lo dijo él, yo solo le recomendé un veterinario. ¿Qué querías que hiciese?- Wilson asistía en silencio.- A los locos hay que darles la razón…

-Claro House.

-¡Hey!- Sonrió divertido, como un chiquillo pillado en una travesura y le chasqueó los dedos.- ¿Eso va por mi no? 

-Vas hacer tu trabajo y vas a pagar la indemnización o a responder ante el juez.- Terminó la mujer.

House giró los ojos, no había más que argumentar, Cuddy podía ser tan testaruda como una mula. Se dio media vuelta y salió del despacho de su jefa.

Wilson respiró de alivio cuando todo el show terminó, House siempre atraía su atención dónde quiera que estuviese.

-¿Ha sido algo grave?- preguntó Cuddy ahora con una voz mas suave.

-Esta vez House ha tocado fondo…

***

-Bueno, vamos a tener que apostar más…

-¿Qué?- chase levantó la cabeza de un enorme volumen de patología para mirar a House que se acercaba a la mesa de cristal cojeando bastante más de lo normal.

-¿Dónde están tus hermanitos?- Se sentó en la silla y apoyó los pies en la mesa.

-Haciendo la radiografía.

-¿Y por qué no estas jugando con ellos?

-Es que…

-¿Dónde esta el juego de metroid que dejé aquí?- Apartó todos los papeles hasta encontrar la pequeña disquete de su gameboy. Oyó a Chase hablar y hablar sobre algo relacionado con el lupus pero le ignoró, los niveles de su juego eran mucho más interesantes.

Cuando la noche ocupaba ya todo el cristal y la habitación se iluminaba con luz artificial decidió que se iría a casa.

Afuera las luces de los edificios le hacían sentir acompañado mientras caminaba por la calle. Entraría en su casa vacía a estar consigo mismo y los recuerdos de los ecos de los gemidos ahogados de Wilson en su habitación.

No se habían vuelto hablar. Durante la tarde le había visto tomando el aire en su balcón pero no había salido a estar con él.

Le quería pero su orgullo no le dejaba… ¿o su orgullo le quería pero no lo amaba? Llevaba diez años meditándolo y ni ahora después de haberlo tenido llegaba a una conclusión.